Taghazout: la “Surf City” que quiere mantener su identidad

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Pico frente al paseo marítimo de Anza

Hossegor, Jeffrey’s, Haleiwa, Coolangatta, Maresias, Newquay, Kuta. Estás en una y ya has visto todas. Son las “ciudades surf”, orientadas a satisfacer las necesidades de los surfistas internacionales favoreciendo la economía de las comunidades locales. Todas siguiendo el mismo patrón: surf shops bien surtidas con las marcas más identificativas, locales ofertando tablas de alquiler, clases de surf o alojamientos auténticamente surfers (el bambú debe estar visible en algún punto de la decoración); restaurantes de comida rápida internacional, incorporando en los últimos años los indispensables “sushi bars” para los surfers concienciados con su salud, y algún que otro negocio que recuerde la identidad original del lugar donde te encuentras, normalmente en forma de souvenir. Y poco más.

Durante la celebración de la Thagazout Surf Expo, la organización invitó a la prensa, junto a estudiantes universitarios, a hacer un recorrido guiado por el centro histórico de Taghazout dirigido por arquitectas, para mostrarnos las características arquitectónicas tradicionales y la transformación orientada a la adaptación a nuevos negocios relacionados con el turismo del surf. La preocupación no es solo arquitectónica, va más allá de la cultural y el impacto que tiene sobre las costumbres locales la llegada masiva de turistas extranjeros. Sin olvidar que en la zona hay otras actividades industriales, como es la pesca artesanal en todas las poblaciones costeras de la zona, que crea muchos puestos de trabajo locales y que puede verse afectada por el crecimiento exponencial del turismo. Taghazout es la punta de lanza, pero dada la excelente calidad de los innumerables surf spots que hay a lo largo de toda la costa cercana, lo mismo está ocurriendo en poblaciones cercanas como Tamraht o Anza, donde los precios en primera línea del paseo marítimo se han triplicado y los moradores locales se ven obligados a retirarse progresivamente.

Anchor Point. Al fondo Taghazout. Foto Mohamed Akbour
Pesca artesanal en Taghazout

En los años 70 Anchor Point ya era un spot internacionalmente conocido y los surfistas que lo visitaban lo hacían tras largas jornadas en furgonetas en busca del sol de invierno, de buenas olas y del exotismo que ofrecía Marruecos. El surfista de hoy busca el producto empaquetado, un viaje rápido en avión, un parte de olas favorable que le asegure buenas sesiones y una estancia breve y confortable.

En Taghazout, al menos, la comunidad local es consciente del tema y tienen por delante un gran desafío en desarrollar una industria del surf con un potencial enorme de la que se pueden aprovechar, que no les suponga perder sus raíces culturales y su identidad.

Anza reef break
Visita guiada en el centro histórico