Reflexiones de Marc Santamaria
Imagina que tu vida es tu tabla de surf, una muy buena tabla a la que no quieres que le suceda nada malo, por supuesto, pese a todo puede lastimarse y también, puede repararse, pero no romperse. Solo tienes una sola tabla, por lo que es muy importante para ti. Es lo más importante para ti. Y con ella pasas todo un proceso de aprendizaje para aprender a surfear. Surfear no significa pasarlo únicamente bien cogiendo las mejores olas y siendo el mejor, surfear significa disfrutar de todo el proceso en sí. Aprendiendo a caer y levantarte, a seguir remando hasta llegar al pico, esperar tu turno, y coger las mejores olas posibles, o las que no son tan buenas. El mejor momento es cuando una de ellas genera un tubo, y entras en él. Esto significa que estás en el mejor momento del proceso y entras en un mundo diferente, entras en estado de flow o experiencia óptima. Intentas mantenerte ahí el máximo tiempo posible, pero siempre llega a su fin. Y vuelta a empezar. El objetivo es lograr entrar en cuantos más tubos sean posibles y encontrar esa fase el máximo de veces posible. En condiciones en los que estás preparado para lograrlo, y en las que las condiciones te lo permitan. De lo contrario, estarás frustrado o aburrido por no lograrlo. Acepta esta ley de la naturaleza para poder vivir en paz con ella. Disfrutando del proceso, encontrando esos momentos de flujo, en el resto de fases. Mirando alrededor, disfrutando del medio, del paisaje, del agua del mar… Y encontrándote así, a ti mismo, sin depender de ninguna fase en particular.
Marc Santamaria (@marcsantamariaa)
