Bastien Bonnarme y Justin Becret en un auténtico surftrip celta por Bretaña.
Un año, más de 365 días sin viajar. Tantos meses viendo pasar lentamente nuestro día a día y ver cómo el trabajo de marketing de nuestros sueños de surf se esfuman… Hasta que me desperté: dejemos de esperar el fin de las restricciones y salgamos a la carretera para volver a salir al aire libre, a remar y volver a sentarnos en el pico.
Habíamos pasado visitar a nuestros amigos franceses del oeste de Bretaña, meses planeando, discutiendo y enfrentando los continuos desafíos del CoVid. Confinamientos, toques de queda… Hasta llegar aquel día, a las 5 de la mañana de una gélida mañana, conduciendo la furgoneta junto al fotógrafo Bastien Bonnarme y el capitán del team Billabong Justin Becret.
El imaginario celta es fuerte: de los paisajes a las vibraciones, de la inquebrantable actitud de la gente ante las misteriosas historias de una costa ancestral, parece que la tierra de Bretaña sigue teniendo una percepción muy especial. Una tierra de marinos y océanos, de borrascas, bosques mágicos y picos afilados sobre paisajes rocosos que rodean una arquitectura milenaria. Pueblos de pescadores, puertos, flotas de barcos coloridos y enormes
muelles de hormigón… Uno podría pasar horas describiendo la inmensa diversidad de Bretaña.
Y esa diversidad te devuelve a la realidad bastante rápido: necesitas un guía local para saber qué camino seguir. Después de un viaje de 10 horas, algunas paradas en la autopista y mucha conversación, llegamos a nuestro destino. Y allí está nuestro guía: la leyenda local Ian Fontaine. Su gorro de pescador ajustado, una chaqueta azul para protegerse de la fresca brisa y una gran sonrisa como pack de bienvenida: Ian nació y se crió aquí, y después de una carrera internacional viajando por el mundo, permanece 100% anclado a su tierra natal. Un personaje especial: culto y de mente abierta por sus viajes, reflexivo y ansioso por discutir cualquier tema, con un surf de alto nivel que lo catapultó al número 4 del mundo ISA hace unos años, y un arraigo local indiscutible: no había un solo lugar en el que Ian no parase a saludar a los surfistas locales… Con él está el cámara Gaetan Duque que se une a la misión de fotografiar nuestro día a día.
Desde la famosa Pointe du Raz hasta la isla Crozon, la Torche, pont-Croix … Espacios de aguas blancas y cristalinas, rocas de un gris oscuro, bosques de pinos y caminos estrechos entre la niebla… una serie de imágenes que aparecen a nuestros ojos hora tras hora. Avanzando campo a través y a lo largo de la costa del amanecer al atardecer, día tras día, disfrutando de la sensación de estar en otro lugar, la sensación de estar lejos de casa en un mundo completamente nuevo; con esa emoción constante de poder terminar frente a un pico solitario.
El equipo adecuado será tu compañero favorito. Guantes de neopreno 5/4 mm y botas de 5 mm, esa innovación con inyección de grafeno significa mucho cuando se entra al agua en Bretaña. Justin está emocionado: desde la cima el paisaje ofrece hermosas líneas e impresionantes vistas… Mientras los pescadores regresan de otro día de trabajo seguidos por cientos de gaviotas hambrientas que intentan atrapar su parte de la pesca del día, Justin está sentado afuera con los riders locales Aurelien Buffet, Davo y la debutante estrella local Gabriel Abiven, de 13 años. Cada spot tiene su característica propia: un estrecho canal de entrada, un león marino nadando en el pico, una larga caminata o un viejo aparcamiento plagado de autocaravanas y decenas de surfistas observando cómo el swell cobra vida. De nuestra parte un arma fundamental: el conocimiento incuestionable de Ian; pero los secretos son secretos y Ian se asegurará de no ponérnoslo demasiado fácil… Lidiar con la dirección del viento, los ángulos del swell, las mareas y una amplia variedad de picos, arrecifes y beach breaks… Bretaña no se gana en un día. Especialmente en un momento de tal expansión del surf, Bretaña ha permanecido bien protegida contra las multitudes y nadie quiere aquí que la tierra de los mitos y leyendas se parezca a los atiborrados picos del suroeste de Francia.
Humilde, sólido, inteligente y siempre dispuesto a aprender de los demás, Justin destaca en el mundo del surf profesional. El # 3 del mundo junior en 2019, el surfista nacido en el suroeste francés, está centrado en sus objetivos profesionales: dos entrenamientos al día además de tantas horas como pueda en el agua, surfeando todo tipo de olas.
Desde revolcones tremendos en Jaws a los 16 años hasta las terribles izquierdas de Irlanda, incluidas dos apariciones en los triales del Billabong Pipe Masters, así como varios asaltos a Belharra mientras consolida aún más sus habilidades tuberas en casa… y aún capaz de ofrecer un excelente juego aéreo … Justin está listo para cualquier cosa. Y así es como asalta Bretaña con su tripulación, redescubriendo la tierra celta unos años después de su victoria local Junior en 2018, apuntándose algunas de las bombas que pasan y animando al chaval local y compañero de equipo Gabriel Abiven durante los cinco días que dura esta misión.
Detrás de las cámaras, capturando las vibraciones y la dinámica del viaje, desde el amanecer hasta el anochecer, Bastien Bonnarme sigue recopilando material junto al cámara local Gaetan Duque. Con el objetivo de rodar una amplia selección de material, se escuchan más de 6000 clics durante el viaje.
Con el CoVid afectando nuestro día a día y las marcas administrando con cautela sus gastos, los fotógrafos y cámaras de surf se han visto enormemente afectados por las consecuencias de la pandemia mundial. Nuestro viaje por carretera también se presenta como una oportunidad más que bienvenida tanto para nuestra salud mental como para los negocios.
Reconocido mundialmente por su calidad como fotógrafo acuático, Bastien disfruta fotografiando a Justin Becret para la colección Otoño-Invierno de Billabong. Pasa las horas filmando acción en aguas heladas, paisajes impresionantes y los momentos divertidos en equipo, siempre con su Mark5D a cuestas, día tras día. Mientras tanto, el cineasta local de 29 años Gaetan sigue el ritmo. Otro ángulo, un camino, campos de flores, tomas de acción desde la playa y contenido lifestyle. No se pierde ni un segundo de nuestra aventura, incluidas las conversaciones entre los spots y playas donde los participantes de la expedición acaban discutiendo política, CoVid, cultura o sexo …
¿El héroe del viaje? Bretaña. Punto. A pesar de no poder vivir a full la experiencia debido a las numerosas restricciones aún vigentes en ese momento, los días pasan y se hace imposible recordarlo todo. No hay ‘crepes’ ni sidra local… pero en su lugar sí hay un pedazo de baguette compartido con los locales después de un baño, la agradable conversación con un fotógrafo local que se une a la tripulación durante unas horas, cientos de saludos, algunos ecos de localismo a la vista de las pegatinas de nuestras tablas, chavales a prueba de agua fría, barrels, carves, aéreos, de derecha y de izquierda, el club de surf local 29 Hood, iglesias de granito, almacenes de pescadores, pecios y pozas de agua azul turquesa… En resumen: es el surf trip de la diversidad y el descubrimiento. Davo, Aurelien, Robin, Clément, Ian, Gaetan, Pierrot, Gabriel y todos los demás… Gracias por el surf. Gracias por la cálida bienvenida. Gracias por mostrarnos vuestra tierra. A unas horas en coche de distancia desde casa y con la sensación de haber viajado al extranjero, con la sensación de haber descubierto un territorio virgen y la garantía de recordar lo que nos sigue motivando: encontrar otros lugares y otras personas. Que siga siendo así.