

Siendo buceador desde que recuerdo, y habiendo metido la cabeza en el agua por primera vez en mi vida en un río y no en la mar, siento el agua dulce mucho más próxima que la salada. No fue por casualidad, sino por curiosidad, que empecé a sumergirme en las casi siempre frías aguas de los manantiales de Picos de Europa. Tras casi veinte años haciendo espeleología, vivía el agua y su incansable trabajo subterráneo de forma muy cercana y natural. Hace ya casi 10 años que la afición por la fotografía creció y se hizo fuerte en mi. Hoy, soy un apasionado de la imagen subacuática, al que le encanta pasar su tiempo libre en el agua, siempre con una cámara en la mano, tratando de contar historias visuales que hablen de belleza, de vida, de muerte y, sobre todo, de conservación.

Mi actividad tiene dos objetivos claros: disfrutar mientras la llevo a cabo y que la gente conozca más y mejor los cauces de agua que discurren por el lugar en el que vivo, descubriéndoles su belleza y el apasionante abanico de vida que contienen, poniéndolos en valor, y tratando de que este conocimiento ayude a aumentar su grado de implicación con el entorno.
Experiencia :
Como fotógrafo de naturaleza he participado en varios libros, enciclopedias, calendarios y exposiciones. También tuve la suerte de haber publicado con otro fotógrafo un artículo sobre el salmón atlántico en la edición española de National Geographic, sin duda la publicación que más me ha hecho soñar desde hace muchos años. Algunas de mis imágenes también cuelgan en museos y centros de interpretación.