Vista aérea de Zierbena./ Fernando Gómez-Atlas. Elcorreo.com
La organización ecologista Greenpeace ha situado a Zierbena entre los diez municipios españoles que han destruido más costa durante los años de la burbuja inmobiliaria, mientras que señala a la también localidad vizcaína de Ispaster como una de las que más ha protegido su litoral. Greenpeace ha presentado hoy la decimotercera edición del informe ‘Destrucción a toda costa 2013’, en el que por primera vez y mediante el uso de imágenes obtenidas por satélite, se evalúa la situación del medio millar de municipios costeros españoles en los primeros 500 metros de su litoral.
El informe destaca que Euskadi es la tercera comunidad autónoma que menos tiene ocupada su costa en términos porcentuales, con un 15%, por detrás de Asturias y Cantabria. En el estudio, elaborado con datos entre 1987 y 2005, Greenpeace destaca que la Comunidad Valenciana tiene un 51 % de la franja costera ocupada, seguida de Cataluña y Andalucía.
De acuerdo con el estudio, que analiza mediante el uso de imágenes de satélite la situación de los primeros 500 metros de costa municipio por municipio, los diez con mayor destrucción son, por orden alfabético: Calp (Alicante), Calvià (Mallorca), Chiclana de la frontera (Cádiz), Cubelles (Barcelona), Oliva (Valencia), Oropesa (Castellón), San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), Sant Josep de sa Talaia (Ibiza), Vera (Almería) y Zierbena (Bizkaia). No aparece ningún municipio vasco más entre los primeros 25 municipios españoles con la costa más dañada. La Comunidad Valenciana es la región con más localidades en esta lista, seguida de Andalucía; Canarias; Baleares, Cataluña, Galicia, Murcia y Euskadi.
En el polo opuesto, se destaca que entre los municipios con la costa más protegida está Ispaster, junto a Caravia (Asturias), Albuñol (Granada) o Fuencaliente (La Palma), con apenas un 3,2 % de ocupación en su primera línea de costa. También se valora la protección de una parte importante de su litoral de Níjar (Almería), Almonte (Huelva), Cadaqués (Girona), Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) y Tarifa (Cádiz).
Greenpeace estima que para 2030, el litoral mediterráneo sufrirá un colapso total en 124 años si se sigue construyendo como hasta ahora, según el análisis de las tendencias futuras de ocupación del suelo litoral. La organización ecologista concluye que la ocupación de la primera línea de costa ha sido masiva, «proceso que se verá reforzado por la nueva Ley de Costas, que supone una nueva herramienta para seguir urbanizando el litoral». Además, ha propuesto a los municipios que se declaren insumisos en la aplicación de la ley porque supone una desprotección del litoral. También les anima a que revisen los planes urbanísticos municipales para no permitir más construcciones, que se respeten los parques naturales, que no se construya en zonas de riesgo por cambio climático y se promueva una fiscalidad verde para favorecer a los municipios mejor conservados.