3sesenta #205. Verano tras el confinamiento

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Historias del confinamiento

Así pasaron los meses de encierro obligatorio Ainara Aymat, Alex Botelho, Lucía Martinho, Yael Peña y Lander Sánchez tras su periplo por El Conquistador del Caribe. Con quién lo compartieron, su rutina diaria, sus entrenamientos, sus actividades, su alimentación, sus precauciones…

Jaime el Metralletas

Por Eduardo Saenz de Amilibia

Levis pasaba los días de encierro junto a Rutina, a la que a veces acompañaba Monotonía. Por las mañanas pintaba acuarelas y estiraba o ejercitaba el entumecido cuerpo. Las tardes rodaban solas cuesta abajo, si hacía sol hacía la iguana, si estaba nublado tocaba arreglar papeles de la agencia o trabajos caseros durante un par de horas. El resto de la tarde, hasta las ocho que salía a aplaudir a la ventana, la pasaba pseudo trabajando con June, ya que era más una sesión de risoterapia que otra cosa. Había empezado la sexta semana de confinamiento cuando su hermana Belén le llamó por teléfono.

La historia de dos Congos

Por Greg Ewing

Es el final de la temporada de lluvias y el mar tiene el color del café instantáneo. Busco nuestro campamento en la línea de costa pero no lo consigo ver, aparentemente engullido por la densa jungla.

“Yo no nadaría ahí”, me suelta Max Armstrong según pasa remando delante de mí. Max es uno de los dos únicos surfistas que hay en cientos de millas a la redonda, pero al menos él tiene una tabla que le separa de lo que sea que haya debajo nuestro.  Con mis piernas colgando, lo único que puedo agarrar es la carcasa amarilla de mi cámara.

Nos encontramos junto a la desembocadura del Noumbi River, en un remoto extremo del Congo, donde la vida salvaje fluye entre la jungla y el mar. Antes de venir aquí, había leído que esta región es conocida por su increíble biodiversidad y que es el hogar de todo tipo de criaturas que se arrastran, caminan y nadan – como el cocodrilo de morro estrecho, que tiene 70 dientes desgarradores y que es la única especie conocida de cocodrilo capaz de subirse a los árboles. Nada más pasar Max, noto que algo se revuelve en el agua a unos pocos metros. Decido que será mejor sacar las fotos desde tierra y nado hacia la orilla.

Peregrinos en la meca de Oahu

Por Malone

Cuando te planteas unas vacaciones de surf, lo primero que quieres es asegurarte buenas olas. Indonesia y Sudamérica son los destinos más deseados por el surfer europeo y es fácil entender la razón, ya que tienes muchas posibilidades de triunfar. Sin embargo, en la isla hawaiana de Oahu, además de algunas de las mejores olas del mundo, puedes encontrar una gran parte de la historia y la cultura del surf, y eso lo convierte en un destino al que todo surfista debería peregrinar una vez en la vida.

Surfcamps míticos

RAZ. 30 años compartiendo las olas. El surfcamp más longevo de Europa abre sus puertas de nuevo el 27 de junio para comenzar las clases y los campamentos que cada año desde hace 30 viene realizando en la Playa de Razo, un paraíso atlántico, ayuntamiento de Carballo provincia de A Coruña.

ECS. Fundada por David “Capi” García, la Escuela Cántabra de Surf comenzó en 1991, con un espíritu muy joven y libre, para enseñar a surfear un deporte entonces minoritario. Comenzó en una caseta de la playa de Somo y, poco a poco, fue creciendo a la vez que David se establecía en el circuito de competición, que le sirvió como fuente de inspiración y conocimiento, al implicar viajes por lugares con spots de referencia mundial y contacto directo con verdaderos profesionales del sector del surf.

Gente Long: Avalon Gall

Por Sidrísima

Esa primavera pasada, que no se me va de la cabeza, fue cuando conocí a Avalon Gall. Coincidimos en varios sitios, Oceanside, San Clemente… pero sin duda un baño en San Onofre marcó la diferencia. Cierto es que ya solo con estar allí, en un spot tan conocido y nombrado, con tanto que contar, fue especial. Qué sitio, qué gente, qué magia, qué furgos, qué libertad, qué luz y sí, también qué olas… Allí estaba ella, con un grupo de amigos, entre ellos Kai Takayama. Entraban al agua entre charlas, risas y con ese respeto que se tiene a algo que tanto nos gusta, como es en este caso el longboard. Es su cultura, porque allí lo viven de una forma sana y en continuo aprendizaje.