«Me siento segura porque duermo en una casa, puedo cerrar la puerta por la noche y mis hijos se sienten felices y seguros» -Aisha.
Lo que comenta Aisha, una refugiada sursudanesa en Uganda, es la mejor definición que podría darte de lo que es y lo que representa un Tukul, una simple construcción de madera y barro de 21 m2 que está cambiando la vida de los refugiados que huyen de la violencia en Sudán del Sur.
Cada día, alrededor de 2.000 personas cruzan la frontera entre ambos países,
alcanzando la cifra récord del millón de refugiados. ACNUR está colaborando con el gobierno ugandés para poder dar un refugio estable y duradero al mayor número de personas posible.
La situación es de emergencia y la necesidad de ayuda es urgente. Tu colaboración hoy es más necesaria que nunca
Con una aportación de 18€ al mes colaboras en la construcción de un Tukul
