Tras varios días de búsqueda por parte del FBI y la policía mexicana, han aparecido los cadáveres de los tres surfistas desaparecidos la semana pasada en un pozo a 15 metros de profundidad en una zona desértica al sur de Ensenada. Los hermanos australianos Callum y Jake Robinson, junto con el estadounidense Carter Rhoad habían ido a pasar unos días surfeando en Ensenada, a unos 90 kilómetros de la frontera, una localidad considerada segura. De allí se dirigieron al sur en busca de olas remotas en la zona de Rosarito, donde desaparecieron. Tras la búsqueda, apareció primero su todoterreno calcinado y las tiendas de campaña donde habían dormido. Finalmente han aparecido también los cadáveres. Tres personas han sido detenidas en relación al crimen, según la agencia Reuters, al parecer tras el seguimiento a uno de los telfs móviles. Se cree que el crimen está relacionado con el robo de piezas de vehículos, y que los surfistas, al resistirse al asalto fueron baleados y muertos en el acto. Las autoridades estadounidenses llevan más de un año advirtiendo de que la zona se ha vuelto muy peligrosa en los últimos tiempos debido a la presencia cada vez mayor de los cárteles de la droga en Baja California, donde se están dando los mayores índices de muertes violentas de todo México.
