Más de 100 ballenas (orcas y belugas), incluyendo varias crías muy vulnerables, permanecen encerradas en pequeñas jaulas submarinas cubiertas de hielo en la llamada «cárcel de ballenas rusa», situada en la costa rusa del Pacífico. Algunas padecen signos de congelación y neumonía.
Anastasia, una ciudadana rusa, ha lanzado una petición en Change.org pidiendo la liberación de estas ballenas para salvarlas. Y lasmás de 800.000 personas de todo el mundo que la han firmado han conseguido llamar la atención sobre esta trágica historia, que podría terminar con decenas de ballenas muertas debido al frío extremo.
La petición iniciada por Anastasia, la movilización de cientos de miles de ciudadanos y el trabajo de muchas organizaciones está teniendo un impacto real. Hace tan solo unos días nos enteramos de que un comité de investigación ruso ha abierto un caso penal con cargos de crueldad animal contra las compañías que capturaron a las orcas y belugas, probablemente con la intención de venderlas a acuarios. El comité ha indicado que se tomarán algunas medidas para devolver a los animales a su hábitat natural, ¡pero esta campaña no va terminar hasta que las ballenas están a salvo!
