La sonrisa después de afotar una buena sesión, normalmente viene acompañada de dormir poco, un buen madrugón, hacer kilómetros y los segundos antes de ver el mar muchos nervios hasta hacer el primer clik… parezco nueva pero me sigo poniendo nerviosa.
Pero no siempre es igual, a veces no madrugas mucho, esperas a las ultimas luces del día por que el día fue ajetreado y así desconectamos un rato, decides bajar a una de las playas más cercanas a tu casa y sin nervios ningunos e incluso pensando que te vas a dar la vuelta sin mojar los pies pero … SORPRESA.
Horas pegada a mi cámara, muy entretenida viendo caer serie tras serie, un mar glassy, sin viento… pocos en el agua.
Sin mas… por el Oriente Asturiano.