Mientras los grandes del G7 se reunían en Biarritz, los surfistas saltaban al agua en Gethary para recordarles el daño que están sufriendo nuestros océanos, gracias al calentamiento global y la polución, creados principalmente por sus países. La prohibición de hacerlo en Biarritz hizo que la concentración tuviera lugar en Guethary.
Al mismo tiempo, Surfrider Foundation Europe organizaba cuatro días de encuentros alrededor del océano que terminó en una “Ocean Call” que entregaron al Presidente Macron en el G7. Con una buena cobertura mediática.
Tom Carroll se unió a la concentración, igual que los miembros de Surfrider USA y Japón, que participaban en el Surfrider meeting. Los surfistas de Biarritz hicieron su trabajo. Sigamos luchando entre todos por la conservación de nuestros océanos.
