Olas iguales, programación exacta… la competición se va a transformar en un monstruo mediatico para facturar millones en spots y en tráfico de datos de identificación de usuarios online.
El surf ha entrado en un fase económica brutal. Con un formato de competición programada en día y hora, todas las cadenas de tv mundiales empiezan a poner su objetivo en el surf.
Hasta ahora los outsiders eran las marcas de fuera del sector que utilizaban la imagen del surf para convencer al consumidor, ahora son las cadenas las que aprovechandose de la previsibilidad pueden vender spots ya que pueden programar la competición dentro de sus parrillas.
A no ser que los modelos de olas artificiales den un espectáculo mejor por su imprevisibilidad creo que estamos condenados a ver competiciones de surf muy aburridas.