De Sidrisima.
Hoy en día gana lo visual, a veces no nos paramos a pensar que hay detrás de una maniobra, de una foto, de un rato de espera o de una simple lagrima ….
Los detalles importan, y en el longboard como en casi todo en la vida, destacan y marcan la diferencia.
Para asomar los 5 por el nose (asomar, no quedarse a 2cm) hace falta técnica pero son el flow y la elegancia lo que hacen que las maniobras tengan vida y transmitan un principio y un final, sin dejar indiferente al que desde la orilla, como es mi caso, sigue los pasos de los habitantes del pico en casa sesión.
Y aclarando que el final, no es el hangfive, si no retroceder, terminar la maniobra y seguir leyendo la ola para volver a por la próxima, como ocurre en esta foto de uno de los miembros del team CeCe Surfboards.