Una mañana fría con ganas pero sin mucha ilusión, llovía. Si normalmente no sabes y surgen dudas, los días que llueve hay más dudas y mas locura.
Sin saber lo que nos íbamos a encontrar, fuimos, encontramos y vaya si encontramos.
Me gusta estar hasta lloviendo y compartir esa locura conjunta, que de una forma u otra termina en carcajadas.
Fue un baño solitario, con olitas solo para ella (o casi). Frio, mucho frio pero dejo de llover, el verde se hizo más verde y esa luz de tormenta nos acompaño gran parte del baño.
Hay días para todo, hasta para dudar pero terminar en la playa. Cada uno decide su tiempo, su actitud y su compañía.
Eso persigo, como única premisa el sumar y en eso de sumar estamos, y a por el invierno desde la orilla vamos!»